Hoy vamos a tratar un tema que seguro que a muchos de nuestros seguidores les ha tocado vivir de cerca: «El síndrome del cuidador» que afecta a las personas que se ocupan del cuidado de una persona dependiente de forma integral.

Vamos a abordar algunas de las cuestiones que más nos están preguntando: ¿Qué es? ¿Por qué se produce? ¿Cómo evitarlo?

Lo primero que tenemos que aclarar es que este síndrome lo sufren las personas, en su mayoría, familiares directos que se ven desbordados por una situación nueva e imprevista.
Hay que cambiar los planes de vida, tanto a corto como a largo plazo, enfrentándose a un proceso largo y doloroso. Un proceso que incluye encajar el impacto emocional del diagnóstico, gestionar los propios sentimientos, a veces ambiguos, y asumir la necesidad de un aprendizaje continuo. Todo ello va lastrando al cuidador, quien fácilmente puede verse sobrepasado en su día a día.


La persona cuidadora a menudo puede verse tan desbordada por las circunstancias que relegue a un segundo plano su cuidado emocional y físico. Nadie está preparado para afrontar una situación así y muchos cuidadores presentan síntomas de ansiedad o depresión.
Uno de los principales riesgos para el bienestar del cuidador es caer en el aislamiento social. La sobrecarga de trabajo que conllevan los cuidados de una persona dependiente puede hacer que el cuidador no disponga de tiempo para disfrutar de sus hijos, parejas, o simplemente seguir haciendo las actividades de ocio y disfrute a las que acostumbraban.
Todo este desgaste no es sólo psicológico, sino que puede desembocar en dolencias físicas. Se pueden sufrir dolores musculares o de cabeza, alteraciones del sueño o desajustes gastrointestinales, entre otros.

Y llegados a este punto, nos preguntaremos, ¿afecta a todos los cuidadores este síndrome?:
La respuesta es no, las personas con baja resiliencia (capacidad para superar con éxito situaciones adversas) parecen sufrir mayor agotamiento y actitudes de indiferencia en su actividad, lo que las hace más propensas a desarrollar este síndrome. También son más propensas a padecerlo aquellas personas con un autoconceptonegativo y con baja percepción de su autoeficacia, entre otros factores.

¿Y qué podemos hacer para prevenir o paliar estas dolencias?
– Cuidarse
– Pedir ayuda y apoyo de profesionales
– Descansar
– Mantener hábitos de vida saludables: dieta y ejercicio
– Tener tiempo para nosotros (disfrutar de cosas que nos gusten)

Y sobre todo, pedir ayuda, bien sea a familiares o a profesionales como los de nuestra empresa. Compartir la carga con otra persona puede resultar liberador. Tener unas horas libres al día, sabiendo que hay un cuidador cualificado encargándose de nuestro familiar nos da un respiro sin sentirnos mal, pues sabemos que lo dejamos en buenas manos y podemos aprovechar para cuidarnos y afrontar el resto del día con positividad.

Esperamos que este artículo haya sido útil.

¡Saludos!

Referencias:
https://neurorhb.com/blog-dano-cerebral/sindrome-del-cuidador-como-cuidar-al-que-cuida/

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