En el artículo de hoy vamos a entrar en un tema muy confuso tanto para cuidadores como enfermos y familiares: cómo diferenciar entre Alzheimer y demencia.
Lo primero vamos a definir cada una de ellas.
La demencia es un conjunto de signos y síntomasproducidos por una alteración cerebral que provoca la pérdida de capacidades cognitivas de la persona afectada. Normalmente junto con alteraciones del estado de ánimo y de la conducta, lo que impide que la persona pueda llevar a cabo independientemente sus actividades cotidianas. Por tanto, conlleva una pérdida de autonomía y la consecuente dependencia de terceras personas.
El Alzheimer es una enfermedad cerebral producida por cambios patológicos que van alterando el funcionamiento de las neuronas. Durante muchos años no da síntomas, porque el cerebro tiene cierta capacidad para ir compensando estas alteraciones. Pero llega un momento en que ya no lo puede “ocultar” más, y es cuando empiezan a aparecer los indicios de deterioro cognitivo, normalmente con los problemas de memoria, que terminará en una demencia.
El Alzheimer es la demencia más frecuente, pero puede aparecer a edades más tempranas y sus síntomas se van agravando a medida que progresa la patología, implicando, en algunos casos, la muerte del paciente, factor que la demencia no tiene porqué conllevar.
Pues bien, tanto la demencia como el Alzheimer se engloban dentro de las denominadasenfermedades neurológicas, siendo ambas irreversibles y degenerativas, lo que implica que las funciones orgánicas dañadas o perdidas del paciente no puedan regenerarse.
La diferencia es que, en el caso del Alzheimer, éste degenera hasta provocar la muerte de la persona en la mayoría de los casos, mientras que la demencia no es causa directa de fallecimiento.
Como conclusión, la enfermedad de Alzheimer es la forma más conocida y común de demencia, pero no todas las personas con demencia tienen la enfermedad de Alzheimer.
Nuestra recomendación, es que cuando se empiecen a ver comportamientos o signos de cualquier enfermedad, se acuda siempre a profesionales. Contar con la ayuda de cuidadores expertos, con formación y experiencia es siempre una ventaja y alivio para nuestros mayores.
Tanto para enfermos de Alzheimer, Parkinson, o simplemente para personas con patologías propias de edad avanzada es imprescindible contar con ayuda en la vida diaria, apoyo tanto físico como mental que hará que tengan una mejor calidad de vida.
Fuentes: